Somos mucho más que solo abogados ofreciendo servicios de Propiedad Intelectual. Somos un grupo de personas de diferentes disciplinas, con una enorme capacidad para presentar argumentos legales y nos enorgullecemos de nuestra habilidad de entender tu negocio, para saber de que manera hacerlo crecer a través de los diferentes servicios de propiedad Intelectual.

Aunque siempre te recomendaremos hacer una cita con nosotros para que podamos plantear la mejor estrategia para tu empresa, te presentamos los productos más utilizados, pero OJO, no son los únicos.

Registro de Marcas

A través del registro de marca, puedes tener la certeza de que contarás con la exclusividad de uso del nombre e imagen de tu negocio, al mismo tiempo que tienes la seguridad de que no infringes el derecho de otro negocio, al utilizar una marca ya registrada.

Renovación de Marca

Las marcas tienen una vigencia de 10 años, por lo que si quieres conservarla deberás hacer el trámite de renovación de marca, para que el IMPI prolongue la exclusividad que ya tienes en todo México, por diez años más.

Declaración de Marca

Trámite obligatorio que se hace por única vez, a los 3 años de que se te ha otorgado el registro, para avisarle al IMPI que tu marca está siendo utilizada y así se conserve la protección hasta los 10 años.

Licencias de Uso

Si quieres otorgar un permiso para que otra persona utilice tu marca registrada, el contrato de licencia es el trámite adecuado para ello, ya que das aviso al IMPI de este permiso y con ello contribuyes a aumentar el VALOR DE TU MARCA.

Patentes

Si has inventado un producto o proceso único y novedoso, que sea susceptible de reproducirse para llevarlo a la comercialización, el camino correcto de protección es la PATENTE.

Derechos de Autor

Siendo creador de obras artísticas como libros, canciones, música, planos arquitectónicos, esculturas, pinturas, fotografía o software debes proteger tus creaciones a través del registro, lo cual te dará el reconocimiento sobre la creación y la facultad para poder explotar económicamente tus obras, o permitir que otros lo hagan y que tú recibas regalías.